junio 21, 2013

Hormigueo

Un accidente marcó su jornada. Nada excesivo, rodeado de sangre o alaridos. Fue sólo un breve imprevisto, en forma de hormigueo, más culpable que ilusionante; uno que, en una escala de hormigueos, aparecería en negro teñido de escarlata. Vestido de la sensación que acompaña a la rabia con uno mismo, partió hacia ninguna parte. A molestarse por aquello a lo que no se tiene derecho. A convertir un matiz en terrible desprecio. A responder "tu", sin palabras. A escribir lo que ocultan las tinieblas del alma. A... Silencio.

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