Súper 8, de JJAbrams, ejerce indisimuladamente de máquina del tiempo, tratando de recuperar una esencia perdida, una forma de hacer cine -incluso de vivir, si me apuran-, recuperando aquella mezcla de ingenuidad y espectáculo que hizo de Spìelberg el padre adoptivo de muchos cinéfilos. Abrams, al que la serie Lost concedió un aura casi inalcanzable para un director de series, se había "conformado" hasta el momento con hacerse cargo de una entrega de Misión Imposible, y de recuperar -con brillantez- la saga Star Trek para la causa. Suficiente para despertar interés, pero insuficiente para medirle. Súper 8 es su primera obra enteramente personal. Uno lee, y lo prioritario parece ser examinar su condición de heredero de Spielberg. Escaso reconocimiento para un talento que, premeditación aparte, ha demostrado sobradamente que tiene cabida en la primera línea del cine contemporáneo.
A medio camino entre el calculadísimo homenaje a Spielberg -la relación paterno-filial, las huídas en bicicleta, el contacto visual entre el niño y el monstruo-, y su concepción de cine espectáculo de envergadura -la explosión del tren arranca la respiración de cualquiera-, Súper 8 debería reclamar para sí un mérito casi inalcanzable: la conquista de una parcela del cerebro dormida, el regreso del sabor del regaliz y la nocilla, la evocación de una nostalgia tan real como mágica. Cierto es que ayuda una producción firme e inapelable, una estética pluscuamperfecta, un MacGuffin de manual, y la maravillosa interpretación de los seis niños protagonistas. Pero no es menos cierto que Súper 8 no sería especial si no dejara esa dulzura en el paladar, esa nostalgia mal tapada en nuestros días por el vacío dominio de la tecnología, y ese sueño dormido -o despierto-, que habita en muchos de nosotros, y que nos hace pensar en aquellos días en los que la vida era una enorme carretera de la que sólo conocíamos el principio, y cualquier día una oportunidad para vivir una maravillosa aventura. Eso es Súper 8, a fin de cuentas: Nostalgia grabada en 8 milímetros.
1 comentario:
Todo esto que dices tienes razón, pero cuando quiero rememorar todo eso, me voy a las originales, a las autenticas... creo que esta pelicula hace, no se, veinticinco o treinta años, me la hubiera creido, ahora y de la mano de Spielberg y JJ, no tanto.
Recibe un saludo Cordial.
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