febrero 27, 2011
Pa Negre - Crítica
febrero 23, 2011
Cisne Negro - Crítica
febrero 13, 2011
Valor de Ley - Crítica
Valor de Ley se erige como una fábula oscura, con frecuentes visitas a la noche, impregnada de humor negro, y un ejemplar sentido del equilibrio entre aspereza y emoción. Si bien es cierto que la contención preside la mayor parte de la película, no lo es menos que el último tramo es testigo de un intenso crescendo dramático, en el que la cinta estalla hasta llegar a doler. El mal llega, a través de una mirada lasciva, un disparo perdido o una mordedura venenosa. Pero también emerge el bien, protegido por el sagrado código de valores que hizo del western un género de hombres de ley. ¿O no haría palidecer la pequeña heroína que protagoniza la película a gran parte de los protagonistas masculinos con los que nos topamos habitualmente?
Hemos evitado personalizar, pero sería injusto no detenerse en Jeff Bridges, que recoge las riendas de John Wayne y recupera -de nuevo con los Coen- el nivel que ya le hizo inolvidable con El Gran Lebowski. Suya es la profunda creación del alguacil, a medio camino entre el paternalismo de un protector y la dureza de un hombre justo de escrúpulos. Tiene mérito la madura réplica de la joven y desconocida Hailee Steinfeld. Ellos son la cara más visible del penúltimo clásico de los hermanos Coen, una pareja de directores que (casi) siempre logra lo que otros anhelan conseguir tan sólo una vez: que cada fotograma destile toneladas de cine en estado puro.
febrero 07, 2011
Twitter: Libertad expresiva. Riesgo creativo.
Podríamos enunciar que la sociedad contemporánea evoluciona hacia la conformación de un tejido lleno de conexiones e interacciones entre todos aquellos que la formamos. En dicho entramado, la comunicación juega un papel relevante, minimizando distancias físicas -e incluso de clase-, dando voz a todo el que quiera hablar -¿o era twittear?, y cambiando radicalmente lo que hasta ahora entendíamos como lenguaje. Las nuevas tecnologías han proporcionado un espacio idóneo para la interconexión, eliminando las fronteras y limitaciones que, hasta ahora, imponían las que podríamos denominar como "oligarquías de la opinión". Allá donde los blogs -tal vez por falta de dinamismo; tal vez por las limitaciones del propio formato, falto de prestigio, todavía- han sido cuestionados como potenciales sustitutivos del artículo tradicional, ha emergido una alternativa inesperada hasta hace poco, pero cuyas posibilidades parecen estar abriendo un nuevo modo de entender la comunicación: Twitter. Este formato reúne opiniones, crea espacios de debate improvisados, integra en un muro al anónimo y al popular y, por encima de todo, revienta cualquier censura o sesgo que pueda nacer del interés editorial. Twitter es libre, incisivo y salvaje. Es el mensaje como obra, para lo bueno y para lo malo.
Cualquier flujo de información puede recorrer las tuberías de twitter en cuestión de segundos. Dicha agilidad expone, sin embargo, un riesgo serio para el escrito sosegado, reflexivo y argumentado. Pensemos en una comparación absurda: La carta de amor perfumada contra el SMS. ¿No es lo mismo? A fin de cuentas, beber leche recién ordenada es, en esencia, igual que beber un vaso recién servido de un tetrabrick. Es leche. Con el escrito ocurre lo mismo: son palabras. Incluso hay similitud en las sensaciones. Puede haber emoción en un móvil que suena inesperadamente a la 1 de la mañana. Pero algo se perdió en el camino, al menos para un nostálgico. ¿Puede la creciente proyección de twitter hacer del texto largo y pausado una moda lejana o, por el contrario, puede haber espacio para la convivencia? Parece obvio preguntarse si aquel que podría regalar un comentario argumentado, no preferirá jugársela a un mensaje directo de cuatro líneas, capaz de desencadenar el mismo efecto que un alud de nieve en cuestión de minutos. Vayamos más lejos. Creo en la falta de tiempo como uno de los grandes lastres de nuestros días: ¿podrá gestionarse una cuenta de twitter medianamente popular, mientras se trabaja una propuesta de ensayo extensa y argumentada? ¿Corre peligro la reflexión, en aras de impulsar la agilidad que propone twitter? Habrá que seguir la proporción: ¿subirán los tweets en la misma proporción que bajen los artículos de opinión?
Twitter ha podido llegar para cambiar el Mundo -basta un vistazo a Túnez o Egipto-, pero ha tenido la desgracia de caer en manos humanas. Sirve como caldo de cultivo para la rebelión contra el poder -ello lo hace ciertamente estimulante-, pero no es menos cierto que gran parte de sus usuarios lo utilizan como Facebook: esencialmente, para el lucimiento personal. Hay un twitter inquieto y estimulante, pero también un desasosegante ejercicio de banalidad. Esperemos que gane el primero, y no se convierta en aquello que ha convertido a Facebook -otro prometedor servidor, mal utilizado- en un brebaje difícil de digerir. No dejan de verse casos continuados de escribir algo brillante para ser destacados por un tercero, y un contraste curioso: el anónimo que busca el estrellato, enfrentado al famoso que busca ser terrenal. De hecho, es tan frecuente verse sorprendido por un desconocido sagaz, como por una "eminencia" decepcionante en las distancias "cortas".
Sirva este artículo como un collage de pensamientos inconexos, algo así como un par de minutos en Twitter, para destacar la esencia de lo que el emergente portal comunicativo promete y pone en peligro: un cambio radical en la comunicación, hasta el punto de llevar la libertad de expresión hacia terrenos inexplorados, pero también un riesgo enorme para la reflexión escrita.
@arquero.